Los transgénicos en Paraguay

El pasado 21|/09/012 el poder ejecutivo,  anunció que firmaría el decreto mediante el cual, se permite la entrada de OGM (Organismos Genéticamente Modificados), más precisamente de dos variedades de algodón en nuestro País. Lo que por cierto pone a Paraguay al día con el nuevo sistema de agricultura, ya imperante en la mayoría de los países del mundo. 




Estas informaciones, ya son prácticamente conocidas por todos, y también ya es conocido la polémica de la entrada de los algodones GM (Genéticamente Modificado) en nuestro territorio, tal como la intromisión de un monseñor en las decisiones tomadas por el gobierno, alegando que los OGM, son peligrosos para la salud humana y que degradaría el medio ambiente, además de desafiar sosteniendo que obtendría pruebas de expertos, por el medio del cual se comprobaría la peligrosidad de estos organismos. 

Algunos sectores campesinos, también se demostraron contrarios en la entrada de esta variedad de algodón en nuestro país, por considerarlos peligrosos, ya que “supuestamente” pondría en peligro la vida de los agricultores. Otros ciudadanos que no son técnicos, ni agricultores y presumiblemente no entienden nada de la agricultura, opinan que los OGM, son prejudiciales para el suelo.


Por alguna extraña razón, muchos opinan sin conocer a cabalidad el tema relacionado con los transgénicos, es por esa y otras razones que se debe primeramente conocer antes de emitir cualquier estupidez denominándolo como “opinión”.
Para quien no sabe, los Organismos Genéticamente Modificado (OGM)  son aquellos cuyo material genético es manipulado en laboratorios donde ha sido diseñado o alterado deliberadamente con el fin de otorgarle alguna característica específica. Comúnmente se los denomina transgénicos y son creados artificialmente en laboratorios por ingenieros genéticos. (Wikipedia)
Las modificaciones realizadas en ciertos organismos, como el algodón por ejemplo, tiene la finalidad de mejorarlo a través de la ingeniería genética, tornándolo más resistente a plagas y ciertos tipo de herbicidas. El método consiste más bien en sustituir ciertos genes de un organismo por otro cuya resistencia es mejor en ciertas situaciones; es decir, se cambia un gen de un organismo vivo, por otro gen de otro organismo vivo. Así, podíamos deducir que el algodón transgénico tiene en su ADN, un gen que pertenece a otra planta que es más resistente a las plagas u otras amenazas para la agricultura.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) dice al respecto: Los diferentes organismos OGM (organismos genéticamente modificados) incluyen genes diferentes insertados en formas diferentes. Esto significa que cada alimento GM (genéticamente modificado) y su inocuidad deben ser evaluados individualmente, y que no es posible hacer afirmaciones generales sobre la inocuidad de todos los alimentos GM. Los alimentos GM actualmente disponibles en el mercado internacional han pasado las evaluaciones de riesgo y no es probable que presenten riesgos para la salud humana. Además, no se han demostrado efectos sobre la salud humana como resultado del consumo de dichos alimentos por la población general en los países donde fueron aprobados. El uso continuo de evaluaciones de riesgo según los principios del Codex y, donde corresponda, incluyendo el monitoreo post comercialización, debe formar la base para evaluar la inocuidad de los alimentos GM.

Como bien se nota en el párrafo anterior, la OMS desestima el peligro que puede causar los alimentos GM a la salud humana; si los alimentos transgénicos no son peligrosos para la salud humana. ¿Por qué el algodón lo sería? Teniendo en cuanta que el mismo no se destina a la ingestión (obviamente).

Otro punto que debe tomarse en consideración, es la mayor resistencia de los OGM frente a las plagas, lo que netamente significa menor uso de pesticidas, plaguicidas o herbicidas. Lo que disminuye la contaminación del suelo y de las reservas de agua; al mismo favoreciendo la permanencia de insectos benéficos en los cultivos.

Hasta el momento sólo se publicó un estudio referente a la peligrosidad de los alimentos transgénicos.  Éste estudio de gran repercusión al respecto fue publicado por Exwen y Pustzai en 1999. En él se indicaba que el intestino de ratas alimentadas con patatas genéticamente modificadas resultaba severamente dañado (Wikipedia).  Pero éste mismo estudio, fue criticado severamente por fallas en el diseño experimental y el mal manejo de datos, como por ejemplo el bajo número de animales sometidos a cada grupo de prueba, que finalmente resultó en un completo error en las conclusiones estadísticas.

Con esto se concluye que hasta el momento, no existe una comprobación científica de la peligrosidad de los OGM para la salud humana y tampoco al medio ambiente. Y que por lo general, muchas personas deberían investigar a fondo este tema antes de oponerse a algo que podría resultar beneficioso para la agricultura nacional y el desarrollo integral de las familias campesinas. 

Por: Hugo David Colmán



Fuente de imagen: Foto Difusión