Talvez haya de ser, la cosa más difícil de describir y entender. Muchas veces parecerá algo mágico, algo fuera de lo alcanzable con las manos; algo que llega al espíritu y hace latir el corazón con una pasión sin igual.
Puede parecer una enfermedad; que deja tonto al que lo padece, similar a la fiebre, donde en el calor del cuerpo se llega a un delirio repentino, repitiéndose una y mil veces el nombre de una persona.
Es un fuego interno, por poco inapagable, que consume tu sueño y te regala noches de insomnio. Noches. En donde solo la imagen de un ser aparece cuando cierras los ojos.
La única pena, es que posee doble cara. Te hará feliz o te hará llorar. El amor es como una moneda, observamos siempre la parte benévola y olvidamos de la maligna.
Lo mucho que uno es feliz; es lo tanto que otro es infeliz. Siempre habrá de existir dolores y arrepentimientos. Pero cabe decir, que toda pena, llanto y tristeza, son necesarios, pues el amor verdadero es sólo para los fuertes.
No ilusiones, ni crees expectativas basadas en la belleza, pues un sentimiento de santidad y finura no es superficial, ni siquiera observa el exterior de los seres. El verdadero amor, observa la simpatía, la sutileza y delicadeza en el interior de las personas.
Abra los ojos, e intente mirar con sensibilidad. Pues los que te juran amor serán los primeros en abandonarte, cuide tus amistades y con ellos podrás construir un destino diferente de lo que te espera.
Dé atención y compañía a aquellas personas que poco te hablan. Pues entre ellos está , el verdadero amor que buscas.
Existen personas que realmente pueden hacerte feliz. Pero tendrías que encontrarlo. En una frase.
"La mayor declaración de amor es la que no se hace, el hombre que siente mucho, habla poco". Platón
Con esa frase se describe, que habrá siempre personas que te aman de verdad, mismo que guarden en secreto.
Cuide a quienes lanzas una ofensa. Pues, podrías estar ofendiendo a quien más te ama. Y acuérdate siempre; que el verdadero amor solo pasa una vez en la vida. No lo dejes escapar.
Hugo David Colmán M. ©
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